Fue en un pueblo con mar una tarde después de un “siestazo”,
parafraseando a Los Secretos, me dispuse a comprar unas latas de conservas y
poco mas en un almacén o Supermercado de mi barrio, si no recuerdo mal eran
tres latas. Cuando la dependienta, mas atenta a que sonara una canción en
particular que la que sonaba, se dispone a darme la cuenta de mis artículos,
entonces me ofrece algo, hombre por fin, no era un adorno, era “Vendedora” me
dice que si quería algo que ya no va en el servicio sino que hay que pagarlo,
Una bolsa de plástico.
Me de tristeza que cada dia mas y no poco a poco, sino a
pasos agigantados la hostelería, metiéndonos todos, dejamos de prestar cada dia
más servicios. Es una pena que solo ocupemos nuestro tiempo en saitsfacer
nuestras necesidades de venta, en vez de satisfacer las necesidades de los que
nos mantienen o incluso, aunque quede grosero, nos den de comer.
Es cada vez mas común estar tan tranquilos esperando la
llegada de un camarero, o alguien relacionado con el sector servicios, como
decíamos anteriormente, que nos digan mientras no sueltan su móvil, de ultima
generación, el típico…”Voy, voy” y nosotros esperando. ¡Triste! Es cada día mas
normal, esperar que nuestro dependiente termine de examinar su “waza”, antes o
durante esta atendiéndome. ¡Triste! Es un natural que mientras estamos delante
y aun no habiendo terminado no pare, y no pare de hablar y hablar por teléfono,
o enviando una foto al “face” o…¡Triste no tristísimo!
Es cada día mas normal acostumbrarnos a conocer personas de
nuestra ciudad pensando que sus negocios llevan tantos años abiertos en el
Puerto, que tengamos que asistir a ellos por este triste motivo, sin hacer
nada, de nada por mostrarnos porque visitarlos.
Amigos, todos, camareros, camareras, dependientes,
dependientas, o cualquiera que nos ocupemos en ofrecer a otros algún servicio,
atendamos a la situación, debemos de tener pasión, ganas, deseos, voluntad, de VENDER,
lo que nos pida el cliente, ofrecer justo lo que necesita aquel por el que nos
mantenemos abiertos. Recordemos no son los clientes los que tienen que venir a
nosotros, somos nosotros los que debemos crear en estos, nosotros tenemos que
estar cerca suya para que en cuanto suceda esa necesidad se acuerde de
nosotros.
De nuevo me siento triste, porque en lo poco que conozca, y
cada dia menos, muchos no están dispuestos a moverse para que se les vea,
piensan que quietos, como llevan haciéndolo por largos años, saldrán adelante,
sinceramente, si es asi, bien por ellos, pero yo sigo pensando que moviéndose
aunque también pasemos dificultades, el tiempo, el tiempo pasa mas rápido.