lunes, 3 de diciembre de 2012

Casa Marta

Que yo os diga que no soy cocinero, no os digo nada nuevo. Que yo os diga que siento verdadera pasión por la cocina, aún con el poco conocimiento que tengo de ella, tal vez tampoco os diga casi nada nuevo. Pero si os comento algo muy nuevo, y es que toda pasión o sentimiento si es compartido con otro se lleva mejor, y te ayuda a crecer más. Aunque es cierto que con todos los míos comparto esta pasión, no hay otra como mi hija Marta con la que me sienta más arropado cuando llego a estar junto a nuestro mejor restaurante, mi casa.

Resulta que desde ya muy pequeñita disfrutamos juntos preparando diferentes platos los cuales aprendemos en las interminables horas que dedicamos en no pocas ocasiones a visionar videos de cocina. Decir que hemos tenido como maestros a cocineros como Ferran Adria, Jose Andres, Karlos Arguiñano, Juan Mari Arzak o incluso al portuense Angel Leon es mucho decir, pero lo cierto que trabajar sobre lo que nos llena el corazon, y lo mas recondito de nuestros sentimientos, como es la cocina, nos satisface y mucho nuestras emociones.

Una tarde cualquiera le veo sus manos ahora no tan pequeñas, pero en mi retina quedaran siempre cuando de pequeña me pelaba, y cortaba los ajos, los pimientos, me ponia las ideas de lo que ibamos ha hacer en orden, me anotaba lo que necesitabamos y donde queriamos llegar. Que momento. Juntos admiramos la habilidad de estos maestros y lo intentabamos imitar dandole nuestro pequeño toque personal.

Sinceramente, es en la cocina donde pase ratos muy agradables en mi casa, pero si es en la cocina, siempre la prefiero a ella (y que no se me enfade mi gran ayudante, Charito), siempre dispuesta, ha preparar, contar, ir a buscar...lo que se pide de una gran ayudante.

Son en estos momentos y otros muchos donde uno disfruta de su bien mas preciado, de su maravilloso tesoro, y es "mi gente", mi familia, es de inestimable valor tambien lo que disfrutamos juntos alrededor de una mesa degustando nuestros inventos, que como nosotros mismos decimos, si en Casa Marta no nos gusta, nuestra es, y para nosotros es". Por esta razon ya nos esmeramos mucho mas.

Una breve mencion merece mi chica, la cual me decia recientemente que necesitaba un juguete nuevo y este era un microondas, unos cazos, y comida de juguete, para dar de comer en su restaurante.El otro dia tambien me dijo toda alboratada cuando llegaba de trabajar que se lo habia pasado muy bien, que se habia divertido mucho, como no, preparando junto a mi mujer y su hermana mayor unos pestiños, como no la cocina un lazo de union.

Podria seguir contando interminables anecdotas donde en nuestra familia la cocina ha demostrado ser un lazo de union, pero en el medio donde usted esta leyendo no nos dejarian, pero si os animo amigos a disfrutar del verdadero tesoro y galardon que es disfrutar de una buena familia. Atesoralo con todo tu corazon y sobre todo recuerda sin trabajo no se consiguen las cosas. Ganate su amistad, hoy, y el resto de tu vida lo agradeceras.